Ya estamos a punto de finalizar 2019, lo cual implica que muy pronto comenzará el primero de los próximos 365 días. Ante la inminente llegada del año nuevo, lo lógico sería pensar que en unas fechas donde “reina la paz” no habrá cabida para los delitos.
Ni siquiera para los pequeños. Sin embargo, si nos paramos a pensar en lo que este evento implica, hay muchos factores que podrían incitar a que los cacos actúen: vacaciones, las casas quedan vacías, la gente sale a la calle para celebrar fin de año, hay mucha conglomeración (especialmente frente a la puerta del sol), etc.
Ante este percal, podríamos afirmar que es más que probable que haya hurtos al comenzar un nuevo año. Sin embargo, antes de dar una respuesta definitiva, haremos un repaso sobre diversas situaciones que ocurrieron previamente y, a raíz de ellas, veremos si es probable que la historia se repita.
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¿Ha habido robos al comenzar año nuevo en el pasado?
Como tal vez hayas vaticinado en el párrafo anterior, en efecto, hubo casos de hurto en años anteriores que ocurrieron el primer día de los próximos 12 meses. Sin embargo, bien cierto es que esto no nos garantiza que con la llegada de 2020 vayamos a pasar por una situación similar.
Si estudiamos un poco la cronología de los años anteriores, podemos ver que el tipo de ciudad, el sector e incluso la clase de artículos tienen una gran influencia en el comportamiento de los cacos.
Dicho esto, volvemos a la pregunta inicial: ¿Son los casos de hurto probables en año nuevo?
Con el fin de esclarecer estas dudas, aquí tienes una lista con algunos de los delitos más sonados que tuvieron lugar en los últimos 10 años.
Diciembre de 2012: Detenido un grupo de rumanos en Gijón (Asturias)
Pese a que este robo tuvo lugar poco antes de terminar el año, no deja de ser un preámbulo para los meses posteriores. En este caso, un grupo de delincuentes rumanos fue detenido poco antes de comenzar las navidades de 2012. La banda, que llevaba causando estragos desde noviembre, se especializaba en asaltar negocios locales, especialmente los de corte textil y hostelero.
De hecho, cuando las autoridades locales chequearon el auto en el que se desplazaban, encontraron diversas prendas de ropa que aun tenían las etiquetas de seguridad puestas.
Con el fin de prevenir que este suceso se repitiera, la policía asturiana incrementó su presencia en las calles durante todas las festividades. En concreto, hasta 170 agentes velaron presencialmente por la seguridad de sus ciudadanos durante dichas fechas.
Enero de 2013: Asalto a una aduana en Huelva por año nuevo
Un año después del suceso anterior, una aduana situada en el sur de la Península fue víctima de un suceso similar.
Al igual que en el caso de Asturias, el crimen corrió a cargo de una banda. No obstante, la damnificada en esta ocasión fue la sede del Servicio de Aduana Onubense, de la cual birlaron una tonelada de hachís.
Los hechos ocurrieron mientras las doce campanadas sonaban por nochevieja. La banda, que se estima que no tendría más de 10 miembros, no contó con demasiadas dificultadas para cometer el robo, pues partiendo de que la sede sólo contaba con las videocámaras como elementos de seguridad, la celebración del fin año jugó a su favor al servir como una distracción más.
Un delito como este resulta difícil de resolver debido a la falta de pruebas. Sin embargo, en casos como este, las medidas de prevención serían aumentar la seguridad por un lado y, por otro, destruir por completo las sustancias tóxicas que tan atractivas resultan para los narcos.
Enero de 2015: Atraco en una joyería de Sevilla
Al son de las campanadas, la joyería sevillana Shaw experimentaba la desaparición de varias de sus posesiones, especialmente, los relojes de alta gama.
Como sucedió con los casos anteriores, los responsables fueron nuevamente un grupo de criminales, no actuaban solos. Dicha banda continuó provocando el caos en Sevilla las semanas siguientes, dejando siete días de margen entre un asalto y otro. Sus víctimas, por la contra, no fueron joyerías, sino instituciones relacionadas con la administración pública, de las cuáles saquearon el contenido que protegían sus cajas fuertes.
Debido a la regularidad y la planificación con la que estos individuos cometieron sus fechorías, las autoridades locales llegaron a pensar que podría tratarse no de una, si no de dos bandas las que desde año nuevo invadían los locales de Sevilla.
Enero de 2019: Asalto a tres viviendas en Córdoba
El último caso es, a su vez, el más reciente, ya que ocurrió hace prácticamente un año. Concretamente, cuatro individuos ingresaron en tres viviendas de la localidad andaluza con el fin de llevarse tantos objetos de valor como pudieron. Dichos hogares estaban vacíos debido a que sus dueños se encontraban fuera celebrando la festividad.
No obstante, gracias a la rápida actuación de los vecinos y, de nuevo, a la eficacia de las cámaras de vídeo, fue posible advertir a los propietarios de que los intrusos habían conseguido entrar en sus respectivos hogares.
Gracias a esta alarma, los dueños de las tres viviendas afectadas pudieron volver a sus hogares para comprobar qué estaba sucediendo y contactar con la policía. Al darse cuenta de que estaban acorralados, los pertinentes cacos se dieron a la fuga.
Lamentablemente, el robo solo fue irrumpido parcialmente, pues los asaltantes consiguieron llevarse algunos objetos con ellos. Sin embargo, las pertenencias robadas no tenían demasiado valor para su venta en el mercado negro.
En conclusión, ¿podemos esperar un robo el próximo año nuevo?
Analizando los cuatro hurtos destacados, podemos ver que todos ellos tienen varios rasgos en común: Los cuatro tuvieron lugar durante la fecha señalada, han corrido a cargo de bandas delictivas y se han producido mayoritariamente en el sur de España. Allí, ciertamente, las festividades suelen adoptar una mayor repercusión respecto al resto de la Península.
No obstante, centrándonos en la pregunta que planteamos al principio, la mejor forma de resolverla es con dos respuestas: sí, es probable que haya más delitos el día de año nuevo. No obstante, nadie tiene por qué verse involucrado en uno de ellos si extrema las precauciones y sigue las principales medidas de seguridad. Por lo tanto, aunque hay posibilidades de que se comentan crímenes, también las hay a la hora de evitarlos.
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